viernes, 20 de junio de 2008

Raíces y alas propias, por Virginia Guida


Para mi hijo Gonzalo,

que se está haciendo hombre.


No te di raíces.

Llegaste a mi vida

con raíces propias

y te fui regando

con poquita cosa,

con agüita fresca

como si estuviera

con mi amor regando

una tierna rosa.

A veces fui débil

otras veces fuerte

algunas temblé

temiendo tu suerte

y seguí regando

incansablemente

sabía que un día

ya serías hombre y

crecerían alas

en tu espalda noble.

Hoy ya estás volando

porque desde el alma

lograste soñando

lo que tanto ansiabas

y me hace feliz

saber tu alegría

porque estás volando

ya tu propia vida.

1 comentario:

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

¡Felicitaciones por tu trabajo en el Taller y por este precioso blog!

También me gusta el poema.

Ya puedes venir a retirar tus corazones de la amistad: Premio Corazón que podrás copiar en mi blog y repartirlo entre tus blogueros amigos. Te pego la dirección.

http://libelularias.blogspot.com/


(No recibí el correo para el día del amigo del que me hablaste porque hotmail me bloqueó)

Besos.