viernes, 6 de junio de 2008

Ese día...,por Eladia Cicaré


Estaba segura de que volverías, porque aunque nos habíamos despedido enojados , sin hacer ninguno de los dos nada para reconciliarnos, el día siguiente era una fecha muy importante para nosotros.

Empezaríamos un nuevo camino juntos; habíamos soñado que sería para toda la vida. Sin embargo, me acosté triste y preocupada. No podía dormir, estaba nerviosa, hasta que comencé a soñar escenas muy dolorosas donde yo estaba vestida y esperándote para partir los dos al registro civil. Era ya la hora y no llegabas.

De pronto me despertó la voz de mi mamá que me decía: - Levantáte, ya es la hora, van a llegar tarde al registro civil! Yo todavía tenía temor y dudas por el sueño, podría ser una premonición. Todos me decían estás pálida, desayuná bien y vestíte. Mi padre ya estaba con su traje nuevo, mi madre y mis tías ordenado todo para el almuerzo. Yo seguía con miedo.

Cuando sonó el timbre de casa, temblaba. Llegaste y me abrazaste fuerte, sin decirme nada. Ahí comprendí todo lo que sin palabras me transmitiste.

Era un 14 de Julio, hacia mucho frío, pero lo sentí como un día de primavera. Entonces partimos felices, seguros de nuestro proyecto de vida por muchos años.

Eladia Cicaré